Thursday, May 9, 2013

LO QUE PASO EN PUERTO RICO SE QUEDO EN PUERTO RICO ( PARTE I)

LO QUE PASO EN PUERTO RICO SE QUEDO EN PUERTO RICO (PARTE I)


Una de los anuncios más impactantes en Estados Unidos es uno que dice que ¨Lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas¨;
es decir, que los que visitan la llamada ¨Ciudad del Pecado¨pueden saciar sus apetitos de todo tipo sin temer consecuencias ulteriores. Tan así es, que Las Vegas es una de las pocas ciudades grandes de los Estados Unidos en las que la prostitución en cualquiera de sus formas es completamente legal. 

El eslogan que hizo famosa a Las Vegas se aplicó, tristemente, en  Puerto Rico entre los  1930 y 1952 en el campo de los derechos humanos, pues los crímenes cometidos por los funcionarios coloniales estadounidenses durante ese período contra una población civil desarmada no fueron castigados en su momento, y, lo que es aún peor, fueron, y son hasta el día de hoy, ignorados por una comunidad internacional que se rasga las vestiduras frecuentemente por cualquier ¨quítame esta paja¨ en que incurran gobiernos y personajes odiosos a los intereses de las grandes potencias del mundo.

Les contaba hace un par de días que Pedro Albizu Campos, quien conoció mientras estudiaba Leyes en la Universidad de Harvard los movimientos que respaldaban la independencia de la India, Irlanda y otras naciones, llegó a la conclusión al regresar a Puerto Rico a finales del tercer decenio del siglo XX, que las elecciones coloniales eran instrumento de consolidación de las colonias, y por lo tanto, quienes quisieran la independencia para Puerto Rico debían, en lugar de acomodarse al sistema electoral colonial, organizar luchas reivindicativas en el seno de un pueblo como el puertorriqueño, sometido a todos los rigores de la miseria extrema en la que vivía y a las limitaciones en cuanto a libertades civiles que padecía. Pero Albizu, al pensar de esa manera, subestimaba el designio del recién estrenado gobierno estadounidense de Franklin Delano Roosevelt de parar en seco el independentismo boricua, para lo cual nombró como Gobernador colonial a un General con mano de hierro que impondría en Puerto Rico la paz de los cementerios. 

El nuevo Gobernador colonial, de apellido Winship, se trazó como meta prioritaria el disolver la estructura juvenil del Partido Nacionalista Puertorriqueño, que tenía raíces profundas en el mundo universitario de la Isla, cuyo centro gravitacional estaba situado en Río Piedras, ciudad ubicada a unos quince kilómetros del Viejo San Juan, sede de las oficinas del Gobernador colonial. A ese bello campus universitario llevarían las vueltas de la vida al autor de estas lineas para realizar estudios graduados de Física a finales del decenio 1970, cuando todavía estaba abierta la herida profunda que infligió en el corazón de la juventud puertorriqueña el gobernador Winship; una herida que pasó a la historia con el nombre de La Masacre de Río Piedras. 

(CONTINUAREMOS CON ESTE TEMA EN UNO O DOS DIAS, SI DIOS QUIERE).

GRACIAS MIL POR SU ATENCION Y TIEMPO!!!

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